El ingreso real, salarios y jubilaciones ajustados por inflación, es un factor fundamental para la estabilidad económica y el bienestar social. Una caída en el mismo puede tener repercusiones significativas en el Producto Bruto Interno (PBI), la pobreza y la recaudación tributaria del gobierno. En el Gráfico se muestra la evolución del Haber Mínimo Jubilatorio y de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) en términos reales (descontado la inflación), debemos destacar que este último no contempla los ingresos de los cuentapropistas y de los trabajadores no registrados (los cuales son inferiores). Podemos observar que el Haber Mínimo Jubilatorio y la remuneración de los trabajadores registrados (índice RIPTE) se encuentran por debajo de los valores de diciembre de 2001. Es decir se encuentran dentro de los valores de la mayor crisis económica de los últimos 32 años. En el caso del RIPTE estos valores se registraron a partir de julio de 2022 y en el Haber Mínimo Jubilatorio a partir de diciembre de 2023.
Gráfico N°1: Haber Mínimo Jubilatorio y Remuneración trabajadores estables (términos reales)
Fuente: INDEC y BCRA.
El impacto en los precios no fue magia
Una caída en el ingreso de los hogares, obviamente implica una menor demanda en términos reales. Una caída en la demanda, en un contexto inflacionario, debería implicar primero una desaceleración de la suba de los precios; en la medida que la caída siga persistiendo deberíamos ir a una fuerte caída de los precios. Por lo cual la desaceleración de la inflación tiene como principal determinante la caída en la demanda de bienes y servicios, en el lado real de la economía. Mientras que en el sector financiero se debe a una fuerte caída en la tasa de política monetaria, la cual está dada por la tasa de intereses de los títulos del BCRA (LEBAC, LELIQ, etc). Esta reducción de los ingresos reales tienen distinto efectos en la economía los cuales se desarrollan a continuación.
Una disminución del ingreso real de las personas conduce a una menor demanda de bienes y servicios. Al tener menos poder adquisitivo, los consumidores gastan menos, lo que afecta negativamente a las empresas y, en consecuencia, reduce el PIB, especialmente al consumo y la importaciones. Este efecto se intensifica si la caída del ingreso real es generalizada y afecta a un gran segmento de la población.
La pobreza se define como la situación de carencia de recursos para satisfacer las necesidades básicas de alimentación, vivienda, salud y educación. Una caída en el ingreso real aumenta la probabilidad de caer en la pobreza y la indigencia, especialmente entre los grupos más vulnerables como los trabajadores informales, las mujeres y los niños. El país podría no estar cumpliendo con algunos acuerdos internacionales en la materia.
Los impuestos son una fuente importante de ingresos para el gobierno, y su recaudación depende en gran medida del nivel de actividad económica y del ingreso de las personas. Una caída en el ingreso real generalmente conduce a una menor recaudación tributaria, ya que las personas y las empresas pagan menos impuestos sobre sus ingresos. En Argentina el impuesto al Valor Agregado representa el 53% de los ingresos del gobierno nacional.
Agravamiento de la crisis:
La caída de los ingresos reales podría agravar la crisis, si el gobierno no toma medidas tendientes a incentivar la demanda agregada. El nivel de los ahorros de los hogares ya es bajo en Argentina, menos del 20% de los hogares tiene capacidad de ahorro. Por lo cual ante la falta de ingresos los hogares se verán forzados a tomar deudas para afrontar sus desajuste de ingresos, si la crisis se intensifica no tendrán los recursos suficientes para afrontar dichas deudas en un futuro cercano, lo cual podría desatar una ruptura en la cadena de pagos. Por lo tanto es vital que el gobierno comience a tomar medidas tendientes a incrementar el nivel de actividad que permita generar empleo y aumentar los ingresos de los trabajadores. En materia de jubilación aumentos por encima de la inflación ayudaría a incentivar el consumo de los adultos mayores.
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